Estamos literalmente interconectados por un entramado de imanes sustentados
en magnetitas en solución coloidal a manera de óxido ferroso y óxido férrico, lo
cual establece una red extracelular de campo magnético, que no solo vela
por la coherencia interna de la célula, sino que garantiza la funcionalidad de la
Malla cibernética de todo el organismo y sus diferentes aspectos sutiles.
Dicho cofactor extracelular de oxido-reducción, es el encargado de facilitar El funcionamiento de la célula y por extensión de todo el organismo. La enfermedad, explica la Dra. Esther del Río, descubridora de la existencia De tal red y del agua cristal líquido, sobreviene cuando los imanes se Desorientan, sin retornar a su formación de campo electromagnético.